Después de algunos años de pintar, seducida por el óleo, sentí que ya no era suficiente, quería algo más…
Estoy convencida que cuando descubrimos que poseemos dentro nuestro un don o talento, lo mejor no es sólo desarrollarlo si no compartirlo y es de ese modo que crece y se reproduce… fue entonces cuando tuve la audacia de colgar desde el techo de mi casa una rodaja de corteza de árbol que decía:
Estoy convencida que cuando descubrimos que poseemos dentro nuestro un don o talento, lo mejor no es sólo desarrollarlo si no compartirlo y es de ese modo que crece y se reproduce… fue entonces cuando tuve la audacia de colgar desde el techo de mi casa una rodaja de corteza de árbol que decía:
RecreArte
El nombre surgió después de mucho pensar qué quería ofrecer y comprendí que mi deseo era que otras personas al igual que yo se pudiesen tomar unas horas de Recreo en sus vidas para dedicarlas a expresarse a través del Arte.
Alguien me preguntó ¿por qué le pusiste “Taller Libre”? simplemente, porque lo que quiero es ofrecer un espacio tanto físico como en el tiempo, donde cada uno/a pueda recrear sus vivencias, pensamientos, sentimientos, sintiéndose libres, sin exigencias, sin presiones.
Esto es posible lograrlo no sólo plasmándolo en una tela sino en los lazos de relación que van surgiendo y creciendo en el tiempo compartido.
Entre bastidores, pinceles, óleos, vamos semana tras semana compartiendo la vida y, como dice un amigo, se va tejiendo una manta formada por innumerables hilos de diferentes texturas y colores; las alegrías, las angustias, los momentos gratos y los que no lo son y nunca faltan.
Entre bastidores, pinceles, óleos, vamos semana tras semana compartiendo la vida y, como dice un amigo, se va tejiendo una manta formada por innumerables hilos de diferentes texturas y colores; las alegrías, las angustias, los momentos gratos y los que no lo son y nunca faltan.
Con el devenir de la vida mi Taller de Pintura "RecerArte" tuvo que adaptarse a los cambios que van surgiendo en el camino. En la actualidad aquél espacio físico que tenía fue recreado y se transformó en Talleres de Pintura, en diferentes casas donde un grupo de amigas o conocidas se reúnen para aprender a pintar.
De este modo enseñando a pintar he recogido tanto y tan buenos frutos como pintando.
Quizás se pregunten cuál es mi método de enseñanza? Es muy sencillo, cuando una persona habla conmigo por primera vez soy muy clara y sincera explicándole que no soy Profesora de Bellas Artes, soy Pintora y enseño a mis alumnos/as todo lo que sé. Partiendo de las expectativas que cada uno tenga, de sus conocimientos previos (si los tiene) y de lo que quieran lograr.
Teniendo presente las experiencias que he tenido como alumna, trato de que cada uno/a haga un proceso de aprendizaje que le permita internalizar el tema que está aprendiendo hasta lograr apropiarse del mismo.
Por ejemplo: ya sea que se trate de fondos lisos o con movimiento, cielos tormentosos o limpios, un árbol, una montaña, un rostro, un mar, una vasija, flores, etc.; yo les enseño la técnica para realizarlo: desde dónde comenzar, la pincelada y su dirección, los diferentes colores que deben utilizar y todo lo necesario para que vayan adquiriendo el conocimiento sobre el proceso para pintar ese tema en particular.
Por ejemplo: ya sea que se trate de fondos lisos o con movimiento, cielos tormentosos o limpios, un árbol, una montaña, un rostro, un mar, una vasija, flores, etc.; yo les enseño la técnica para realizarlo: desde dónde comenzar, la pincelada y su dirección, los diferentes colores que deben utilizar y todo lo necesario para que vayan adquiriendo el conocimiento sobre el proceso para pintar ese tema en particular.
Siempre digo “a pintar se aprende pintando” y el mejor método, el “ensayo-error” enseño a no tener miedo a equivocarse ¡que se lleven los cuadros a sus casas y pinten! como les salga, luego en clase será el momento de descubrir errores y aciertos y así seguir aprendiendo.